Una diva que es a la vez un ama de casa, es seleccionada para ser la imagen de una campaña política. Sus palabras de abre boca sostienen que los prejuicios son muy buenos porque nos permiten ahorrar energía, y de allí no hay quien la saque nadie, ella tiene razón, no cabe duda.
De esta manera, engalanada, transmite con todo su poder su discurso anecdotario sin el más mínimo pudor ni recato de la consciencia, lo increíble es que este discurso en ocasiones se asemeja mucho al de tantas personas que son conocidas y reconocidas por todos.
La Mujer en Campaña nos hace reír de temas por los que más bien provoca llorar. Ella nos confronta al contarnos su punto de vista ligero acerca de asuntos por los que deberíamos hacer algo (y algo contundente) para cambiarlos. Estamos hablando de la discriminación social, racial, la falta de educación y tanto más que azota a la Argentina y a todos nuestros países de Latinoamérica.
Esta mujer y su campaña despliega recursos del humor sarcástico, movimientos estrambóticos, cantos, y a su manera logra que abramos los ojos y nos veamos a nosotros riéndonos de esa posición un tanto grotesca en la que nos hemos situado por arrastre voluntario / “voluntario”.
Mariano Moro, el mismo creador de La Suplente y De Hombre a Hombre, se inspiró en situaciones “Macro reales” para hacernos llegar este mensaje encarnado por su musa, quien vendría ser al estilo de una Chica Almodóvar, una Chica Moro: María Rosa Frega, quien se encarga de Fregarle el pudor al afortunado público de esta obra.
Por Daniel Duque
Libro, dirección y luces: Mariano Moro / Intérprete: María Rosa Frega / Escenografía: Edgardo Aguilar / Vestuario: M. R. Frega / Sala: Moliere, Balcarce 682 / Funciones: viernes, a las 20.30
